Claudio Eicke es un ingeniero en sonido especializado en rock y dueño de un estudio de grabación con máquinas análogas, verdaderas reliquias para estos tiempos. Pese a la calidad de su trabajo, vive constantes apuros económicos hasta que, por un hecho fortuito, su estudio cobra notoriedad y no tardan en llegar nuevos clientes, entre ellos un músico pop a quien detesta. Pero el dinero que le ofrece es tan irresistible que acepta producir y grabar su nuevo disco.
Antipop es el nombre del filtro que va en el micrófono y el cantante a la hora de grabar, pero lo que menos tiene Claudio Eicke son filtros y paciencia. Es un triple forastero es descendiente de alemanes que llegaron a Chile al término de la Segunda Guerra Mundial, viene de la provincia en busca de un espacio en la capital y, por sobre todo, es un purista de su profesión en una industria dominada por la vocación de lo masivo antes que por las buenas ideas.
Cargada de ironía y una dura mirada a la escena musical chilena, Antipop es una novela sobre la independencia artística y la dignidad de la música bien hecha, aunque no la toquen en las radios ni llegue a los rankings.