Ojos grandes y almendrados, tupido cabello castaño: la belleza de María seduce al joven Pietro Sala, hasta el punto de que la pide en matrimonio aunque ella no tenga dote alguna. María tiene sólo quince años; Pietro, treinta y cuatro; él es un bon vivant que ama los viajes y el juego; ella proviene de una familia socialista de grandes ideales pero magros recursos. Y, contra todo pronóstico, el matrimonio resulta ser feliz.
Sin embargo, durante un viaje a Trípoli, con el desierto como cómplice, Maria descubre los soterrados lazos que desde niña la han unido a otro joven. Comienza así una historia de amor que durará más de veinte años de encuentros clandestinos, de separaciones y amargas consecuencias. Desde la creación de los fasci sicilianos o la conquista de Libia hasta la Segunda Guerra Mundial, la autora sigue las vicisitudes de la protagonista y convierte su vida poco convencional en un fragmento decisivo de la historia de Sicilia y de Italia.