El libro examina la trayectoria que siguió el Partido Comunista de Chile durante la primera década del siglo XXI. Luego de superar una severa crisis producto del colapso de los socialismos reales y el fracaso de los intentos por derrocar a la dictadura, los comunistas lucharon durante la década de 1990 intentando levantar una alternativa de izquierda a los gobiernos de la Concertación. Sin embargo, diez años más tarde, en el verano de 2010, el Partido Comunista comenzó la nueva década con la firma de un acuerdo político para apoyar en la segunda vuelta a Eduardo Frei Ruiz-Tagle, el candidato de la Concertación que fue derrotado por el derechista Sebastián Piñera Echeñique.
De acuerdo al autor, el acercamiento comunista a la Concertación se relacionó con los afanes de la colectividad de convertirse en una organización políticamente influyente. En este sentido, los infructuosos esfuerzos electorales por conformar una tercera fuerza política en el país, capaz de romper la exclusión parlamentaria de la izquierda, encaminaron a la organización a moderar su discurso en función de lograr acuerdos con el oficialismo. A esta variable, se deben sumar dos elementos. Primero, la constatación de las dificultades de agrupar a las organizaciones sociales detrás de un programa antineoliberal radical, tal como lo había promovido desde la década de 1990. Segundo, la lenta erosión electoral de la Concertación, gatillada por múltiples causas, provocó que esta, antes reacia a entenderse con los comunistas, estuviera dispuesta a lograr acuerdos con el PC.