Siglo III a. C. Roma está en plena ofensiva por el dominio del resto de los territorios de la península. Para frenar el avance de las huestes romanas, todos los pueblos, sammitas, umbrios, etruscos y galos forman una alianza contra ella para frenar sus avances.
En esos momentos difíciles, Fabio Máximo Ruliano y Publio Decio Mus se reparten el cometido de alcanzar la victoria. El primero tiene más experiencia y sabiduría que ningún otro; el segundo es el mejor brazo ejecutor que podría desearse al mando de las campañas. Juntos conseguirán lo que parecía imposible: imponerse desde los límites de la Galia hasta la punta sur de la península y conseguir que la República de Roma agrande su gloria.