Tras un día desastroso de competiciones deportivas en el instituto, Greg decide que se retirará oficialmente de su carrera como atleta, pero acaba aceptando a regañadientes la sugerencia de su madre de apuntarse a baloncesto. Las pruebas para entrar en el equipo se le dan de pena, y Greg está convencido de que no lo cogerán, pero, contra todo pronóstico, le hacen un hueco en el peor equipo. Cuando Greg y sus compañeros empiezan la temporada, la probabilidad de ganar un solo partido parece baja. Pero en el deporte puede pasar cualquier cosa. Cuando comience el juego y la pelota esté en las manos de Greg, ¿estará a la altura de las circunstancias? ¿O tirará la toalla antes de tiempo?