En una carta a su amigo Luis Vargas Rozas, Emar anota: “Tú sabes que los camellos cuando tienen la joroba llena de grasa pueden vivir sin comer hasta que se les desinfla. Nosotros lo mismo (él y Vicente Huidobro). Europa nos llena la joroba espiritual e intelectual, y en Chile se nos gasta. Una vez gastada… o se vuelve a llenar o se fallece”.
Tal como en sus diarios, su obra literaria pareciera ser un eslabón más de una obra concebida como una compleja autobiografía. Su escritura íntima –privada– guarda otra en su interior, la que integra a su ficción. Emar concibió toda su creación como el fruto de un trabajo en permanente construcción, nunca el resultado de la “inspiración”.
Sobre el autor
Juan Emar (seudónimo de Álvaro Yáñez Bianchi) nació en Santiago en 1893. Desde muy joven manifestó sus inquietudes artísticas, y a comienzos de los años veinte, inició una verdadera cruzada por la difusión del arte moderno en su sección “Notas de Arte” del diario La Nación. Es autor de los libros Miltín 1934; Un Año; Ayer; Diez y la monumental novela de cinco tomos Umbral, obras que desafiaron el realismo dominante en la literatura chilena proponiendo estructuras fragmentarias y alegóricas, cargadas de humor negro, ocultismo y destellos eróticos, en las que además se aventuró con elementos propios del cubismo, el futurismo y el creacionismo de su gran amigo Vicente Huidobro.