En 1963 una cabina de color azul cruzó por primera vez el Tiempo, el Espacio y entró de lleno en la pequeña pantalla para quedarse. Una producción en la que no hay nada imposible y en la que el excéntrico protagonista cruza las estrellas en una pequeña caja azul.
Más grande por dentro que por fuera. Capaz de viajar por el Espacio… y el Tiempo. ¿Te subes?