“Había una osa que regentaba una pequeña posada para animales. No eran muchos, solamente algún topo, una ardilla listada, un gato, pájaros diversos, una oveja y un ciervo. Avispas y abejas, también residentes, no contaban, puesto que eran innumerables”: así comienza la extraordinaria El hotel de los animales, única novela de la gran poeta Jean Garrigue.
Jean Garrigue encuentra en la fábula el género literario más adecuado para escribir esta obra maestra, y lo hace de un modo por completo original. Su fórmula es la de escribir frases siempre perfectas, con una gran elegancia verbal y un torrente de ingenio inigualable. Diáfana, fulgurante, impredecible, auténtica maravilla de estilo, El hotel de los animales fluye con elegancia y convicción, entonada por una voz poética que no permite dudar jamás acerca de lo que cuenta. Su lectura prodiga el extraño hechizo de estar frente a una milagrosa inspiración.
Jean Garrigue (1912-1972) fue una consagrada poeta, novelista y crítica literaria, contemporánea de Elizabeth Bishop, John Berryman y Weldon Kees, y “uno de los misterios literarios más importantes del siglo XX”, según Alfred Kazin.
Estudió en la Universidad de Chicago e hizo posgrados en la Universidad de Iowa. Después de pasar por Nueva York, terminó estableciéndose en Nueva Inglaterra, donde escribió su primer libro, The Ego and the Centaur (1947). Nunca se casó ni tuvo hijos. Fue amiga de varias figuras literarias, como R. P. Blackmur, Delmore Schwartz, Stanley Kunitz y Josephine Herbst.
Buscando inspiración, hizo tres viajes a Europa en las décadas de 1950 y 1960. Como poeta fue reconocida por su perfección técnica, la riqueza de su estilo, su musicalidad y refinamiento.
Otros de sus libros fueron The Monument Rose (1953), Chartres and Prose Poems (1958), A Water Walk by Villa d’Este (1959), y New and Selected Poems (1967). Por Country Without Maps (1964) fue nominada al National Book Award.
Murió a los cincuenta y nueve años, de la enfermedad de Hodgkin.