Anthony Browne recuerda una tarde de su infancia que le marcaría para toda la vida: la que pasó con su familia viendo los cuadros de la Tate Gallery de Londres.
De la mano de su memoria y a través de su peculiar estilo, invita al lector a realizar un paseo que le sumerge en el misterio y el encanto de los grandes museos; y le descubre algunas claves para mirar las obras y captar las ideas e historias que transmiten.