El Palazzo Venier dei Leoni fue proyectado como muestra del poder y la riqueza de esa gran familia veneciana. Se empezó a construir en 1750, pero se abandonó cuando solo se había levantado una altura. Vacío y deteriorado, il palazzo non finito permaneció arrumbado en medio de la aristocrática arquitectura de la ciudad durante más de un siglo, hasta que se rehabilitó y fue habitado sucesivamente por las tres mujeres cuya historia se cuenta en este libro cautivador.
Luisa Casati, Dris Castlerosse y Peggy Guggenheim vivieron en distintas épocas en el palazzo, donde cambiaron el rumbo de su vida y lograron, cada una a su manera, que el edificio se hiciera célebre. En este particular escenario recibieron visitas de personalidades como Gabriele D’Annunzio y Vaslav Nijinsky o Yoko Ono, pasando por Noël Coward, Winston Churchill y Cecil Beaton, entre otros.