En un edificio viejo, ubicado en un barrio popular de una ciudad imaginada, un hombre espera a su madre: nadie sabe dónde está ni por qué se ha ido. Mientras la espera, atraviesa los días entre la tristeza y el consuelo de sus vecinas, a las que está unido por una relación maravillosa, llena de alegría y comprensión. El tiempo pasa y el protagonista empieza a preguntarse si su madre volverá. Giuseppe Caputo ha conseguido crear una atmósfera propia, un universo en el que todo hecho y todas las emociones, lo más doloroso y lo más festivo, están transfigurados por algo así como una ternura poética, y en el que los personajes parecen pertenecer al mismo tiempo a dos reinos que suelen ser excluyentes, el de la fábula y el más puramente cotidiano.