Ataviada con el ropaje de una novela gótica, la escritora Mary Shelley (1797-1851) le dio vida a uno de los textos más provocadores de comienzos del siglo XIX.
Frankenstein nos muestra hasta qué punto puede llegar la ambición del ser humano por el conocimiento y cuáles son los límites que este está dispuesto a cruzar para satisfacer esa apetencia.