“Vivíamos frente al mar porque allí terminaba la ciudad y comenzaba otra cosa”, dice el narrador de esta novela, quien se refugia en un bloque de departamentos junto a dos hombres y una mujer, con los libros y casetes desparramados por el suelo, con las armas escondidas bajo los colchones y los explosivos impregnando el aire con su olor a nitrato de amonio.
Los tres meses encerrados constituyen el núcleo de esta historia; el resto, son las esquirlas: su pasado como carabinero raso reprimiendo a los universitarios, el entierro de un compañero cuando ya milita en la izquierda y los atentados contra unos almacenes perpetrados en democracia, sin saber si lo anima la ideología, el rencor, la nostalgia o todo eso junto.
“La gente preparada para la guerra se quedó sin frente, sin pólvora y sin libreto”, se lee en esta narración opresiva y al mismo tiempo extrañamente abierta, donde Pablo Padilla reescribe el origen y el devenir de una célula –su accionar microscópico y su aliento utópico–, para plantear esas preguntas que acicatean la mejor ficción contemporánea: ¿qué hacer con los recuerdos?, ¿puede trazarse un límite entre los cuerpos físicos, siempre en riesgo y a la intemperie, y los males del cuerpo social?, ¿cómo contar la Historia?
Pablo Padilla Rubio nació en Santiago en 1965. Es autor de los libros de poesía Propaganda (1994) y Si no es ahora, cuándo (2019), junto a los libros de crónicas Ciudades invisibles (2005) y El libro blanco del rock (2009). Ha publicado columnas en El Mostrador, El Desconcierto y The Clinic. Es licenciado en literatura de la Universidad Diego Portales.