Dice Racine en el prólogo a Berenice que «la regla principal es gustar y emocionar: todas las demás solo están hechas para alcanzar esta primera». Gustar, emocionar: es decir, seducir. En este libro Gilles Lipovetsky aborda el asunto desde dos ángulos. En primer lugar, la seducción erótica, desde los mecanismos de cortejo en las sociedades primitivas hasta los portales de internet para encontrar pareja o ligues. Pero hay un segundo campo más amplio; en nuestra sociedad actual, las técnicas de la seducción también se aplican en otros dominios: la economía, la política, la educación, los medios de comunicación… Entramos en lo que el autor califica de donjuanismo consumista.
El imperativo ya no parece ser obligar, ordenar, disciplinar y reprimir, sino gustar y emocionar mediante la seducción. La seducción que nos envuelve provoca la emergencia de una individualización hipertrofiada en relación con el otro, genera un modo de intervenir sobre el comportamiento de los individuos y de gobernarlos en las sociedades democráticas liberales. Este ensayo aborda con precisión y en profundidad esos mecanismos y cómo afectan a nuestras vidas.