“Esta es una carta definitiva, como la decisión que tomaste de volver a desaparecer. A un año de haberte conocido, a un año de haber viajado a verte, a un año de haberte perdonado por los treintaidós en los que no estuviste, en los que nunca te preocupaste de mí, en los que no te importó si estaba viva, si pasaba dificultades, si me hacías falta. ¿Sabes cómo me sentí en cada Día del Padre en que no estuviste?”
Este libro es el encuentro de una mujer con su propia voz. Un relato que discurre como en una conversación de sobremesa familiar, de aquellas que nos explican el mundo corriendo el velo de las apariencias, mostrándonos las sombras de las vidas humanas, pero también el cariño y los afectos que las unen.