En 1995 Rafael Gumucio debutó en la literatura con un libro de cuentos y ahora, tras un cuarto de siglo y con una docena de novelas y ensayos a su haber, vuelve por primera vez al género. Y lo hace concentrando en nueve relatos lo mejor de su escritura: el desparpajo imaginativo, las frases largas y rítmicas hechas de paradojas y comparaciones inauditas, el humor y la mezcla siempre intrépida de historia, invención y delirio.
Ambientadas en Puerto Príncipe, París, Nueva York y Santiago, así como en algunos paisajes mentales, las historias de Hotel Montana y otros cuentos muestran a padres que no dejan crecer a sus hijos, a hijos incapaces de dejar libres a sus madres y a individuos sorteando a duras penas todo tipo de dificultades cotidianas y emocionales. Son relatos entrañables, marcados por una compasión risueña hacia la torpeza y la precariedad humana y una mirada aguda a las relaciones y los conflictos familiares.