Entre todos los aficionados a la música norteamericana, la herencia de Janis Joplin (1943-1970) permanece viva, conmoviendo a unas nuevas generaciones que, más allá del grito, identifican a la cantante con la fuerza y la independencia femeninas. Enormemente vulnerable pero revestida de una coraza de escandalosa agresividad, sus ansias de triunfo la llevaron desde su hermético Texas natal al bullicioso San Francisco, donde los beatniks comenzaban a dar paso a los hippies: un crisol abierto a toda clase de nuevas experiencias con la música, el sexo o las drogas. En esta ciudad rival de Nueva York en la década de los sesenta, y centro de atracción para los jóvenes más inconformistas del globo, Janis Joplin consiguió tocar el cielo de la fama con las manos, pero pocos años más tarde hallaría un final trágico y prematuro, como Jimi Hendrix o Jim Morrison.
Janis Joplin
$31.300
La herencia de Janis Joplin permanece viva, conmoviendo aún a nuevas generaciones que, más allá del grito, identifican a la cantante sureña con la fuerza y la independencia femeninas. Pero, aunque Janis Joplin consiguiera tocar el cielo de la fama con las manos, pocos años más tarde hallaría un final trágico y prematuro, en triste coherencia con su época.
Sin existencias