Las mariposas se están extinguiendo. Son pocos los que aún recuerdan los días en que las praderas estaban repletas de flores con infinidad de mariposas revoloteando por encima de ellas. Pero el deterioro de los hábitats por el uso de pesticidas, la sobrefertilización y los monocultivos han provocado un descenso de cerca del 80% de la población de estos insectos en los últimos cincuenta años y la amenaza de su total desaparición es cada vez más real.