A partir de un análisis detallado de una serie de cambios institucionales ocurridos desde 1990 a la fecha, en este volumen se va detallando cómo esos cambios han ido afectando al proceso político: reducción del mandato presidencial, normas para controlar la colusión, normas para regular conflictos de intereses, fortalecimiento de los poderes del Tribunal Constitucional, establecimiento del voto voluntario, procesos de participación ciudadana y tantas otras reformas que, paradójicamente, han incrementado la brecha entre representantes y representados.
¿Es posible superar este circuito vicioso de reformas que erosionan y no profundizan la democracia? Estas interrogantes se discuten y reflexionan aquí y su lectura ilumina vivamente la comprensión de los álgidos cambios sociales que recorren Chile.