Riccardo Mezzanotte es inspector de la Policía de la Estación Central de Milán. Tiene un pasado tormentoso y una propensión innata a meterse en problemas que le lleva a investigar un caso que no parece interesar a nadie: alguien está esparciendo por la estación los cadáveres de animales mutilados.
Laura Cordero tiene veinte años y esconde un secreto. Ella también está buscando a alguien: dos niños a los que ha visto varias veces deambulando solos por la zona. Será en los laberintos subterráneos de la estación, donde ni la policía se atreve a aventurarse, donde Riccardo y Laura encontrarán la resolución a los misterios que tratan de resolver.