Por su libro desfila un panorama fascinante de personajes: los espías —como Sorge, Canaris, Philby o Cicerón—, los científicos que descifraron códigos, los miembros de equipos de «operaciones especiales» —como el SOE británico o la OSS norteamericana, en que militaron desde un actor de Hollywood, Sterling Hayden, hasta un un político, Allen Dulles—, los guerrilleros yugoslavos o rusos.
Protagonistas de cientos de historias que Hastings nos cuenta con su ya habitual garra narrativa. No en vano Lawrence Rees y Simon Sebag Montefiore coinciden en valorar este libro como la mejor historia de la guerra secreta y en señalar que es «tan apasionante como una novela de espías».