Con una prosa sencilla, elegante y satírica, Dunan pone en jaque los cánones de la Europa de principios del siglo XX y nos conduce, mediante un vitalismo feminista, hacia los extremos más oscuros de la experiencia humana.
En medio de la oscuridad y el salvajismo del Medioevo francés, Babet decide hacer un pacto con el diablo para salvar de la horca a su marido y poder escapar, algún día, de una vida miserable y llena de carencias. Pero lo que parece ser un simple acto de desesperación, termina por gatillar un viaje de descubrimiento y liberación, un desplazamiento subversivo cargado de brujería, oscurantismo, sexualidad, anarquía y caos. Todo esto en medio de una guerra cruenta entre dos territorios que, además de odiarse a muerte, parecen suscitar con mayor fuerza la presencia del príncipe de las tinieblas.