En la Tierra, los casos de trastornos mentales aumentan exponencialmente. Desbordados, los centros psiquiátricos sólo encuentran una solución: exiliar a los enfermos a una luna habitable que orbita el remoto planeta Alfa III.
Sin embargo, durante dos décadas se interrumpe el contacto entre los terrícolas y los desequilibrados, quienes acaban organizándose en una sociedad donde cada clan se corresponde con una patología y un rol. Así, los psicóticos son la clase gobernante; los esquizofrénicos, los artistas y líderes religiosos; los maníaco-depresivos, los filósofos…