Un doctor partidario de la Unidad Popular que, por consecuencia, se había ido a atender a un pequeño pueblo rural. Carlos, un contador simpatizante de izquierda que está a la deriva y no logra decirle a Marcela, su mujer, que ha sido despedido. Y Roberto, amigo de Carlos que participó en forma activa en las Juventudes Comunistas ayudando incluso en la formación en artes marciales de militantes y que ha logrado insertarse en lo peor de la dictadura.
Esos son los personajes, las voces que van mostrando diversas formas de sobrevivir y adaptarse en los primeros años de la dictadura. Personajes poco relevantes con historias que pareciera que no importan a nadie, pero que, de una u otra forma, pueden representar a cientos de miles de chilenos.