Felicia Lavergne sigue dirigiendo su próspero negocio pero sabe que su tiempo se acaba y que tendrá que dejar el mando a los jóvenes. Sus hijas no están preparadas para asumir su legado. Belle vive en Estados Unidos desde el final de la Segunda Guerra Mundial pero nunca se ha adaptado a ese país. Siempre está deprimida y ahoga sus penas en alcohol. Susanne, por su parte, vive distanciada de sus hijas con quienes ha sido incapaz de afrontar el trauma de un esposo y padre criminal de guerra nazi.
Finalmente será Alexandra quien siga los pasos de su abuela. Parece que Felicia ha tomado la decisión correcta y ha puesto su herencia en buenas manos, hasta que una tragedia inesperada lo cambia todo…