En un futuro no muy lejano, lo único que hace soportable la vida a los seres humanos son las drogas. Obligados a huir de un planeta Tierra casi inhabitable, los colonos de Marte viven bajo el dominio de Leo Bulero, propietario de Equipos P. P., la compañía que fabrica las miniaturas y administra el alucinógeno ilegal (Can-Di) que les permite evadirse trasladándolos a universos y cuerpos de muñecos tipo Barbie.
El monopolio de Bulero se ve seriamente amenazado cuando Palmer Eldritch regresa de un largo viaje trayendo consigo una droga nueva y legal (Chew-Zi) que anuncia bajo el lema «Dios promete la vida eterna. Nosotros la proporcionamos».