Las raíces de los Wapshot se hunden en Saint Botolphs, un pueblo pesquero donde la única persona que conserva patrimonio es la excéntrica tía Honora. Cheever nos presenta a Leander Wapshot, entrañable padre de familia; su respetable mujer, Sarah, y sus dos hijos, obligados a labrarse el futuro en la gran ciudad: Moses, un triunfador nato, y Coverly, un joven dubitativo ante su bisexualidad que bien podría ser un alter ego del autor.
Cálida e irónica, la mirada de Cheever despliega aquí su comprensión hacia nuestras debilidades y disecciona con lucidez el ocaso de los privilegios.