En Mentes dispersas, Gabor Maté:
• Describe la manera en que las experiencias de la infancia dan forma a la biología y la psicología del cerebro humano.
• Demuestra que el TDA no es una enfermedad hereditaria, sino una deficiencia reversible y un retraso del desarrollo.
• Explica que, en los casos de TDA, los circuitos cerebrales encargados de la autorregulación emocional y el control de la atención no se desarrollan en la infancia, y revela el porqué.
• Muestra que la «distracción» es el producto psicológico de la experiencia vital.
• Permite a los padres comprender las motivaciones de sus hijos con TDA.
• Ayuda a los adultos con déficit de atención a entender mejor sus emociones y comportamientos.
• Expresa optimismo sobre el desarrollo neurológico en todas las edades.
• Presenta un programa para fomentar este desarrollo tanto en niños como en adultos.