«Amor por lo que vive, si supieras
qué fácil es perderte
sabrías cuánto ansío conservarte».
El presente libro nos propone un diálogo terrenal y contemporáneo con la tradición mística, donde lo que se eleva es la «carne pensativa» y lo más sagrado es el instante en fuga. Cantos de lucidez vitalista que toman la alegría, esa «palanca de respuestas», como un horizonte en marcha. Poemas que reflexionan sobre la necesidad de la poesía en el presente, que asocian ciencia y emoción, que sugieren un modelo distinto de amantes. Versos contra el romanticismo del dolor, muchas veces cantados desde el dolor mismo, para reivindicar la maltrecha belleza de «este lugar que apesta y me conmueve»