En literatura existe un síndrome llamado pánico a la página en blanco. En el fútbol, los micrófonos y las cámaras producen más o menos lo mismo. Una vez que se prenden, mucha gente se queda en blanco, se ve dominada por el nerviosismo y termina diciendo lo primero que se le viene a la cabeza. No conozco a nadie, ni siquiera a los hombres más brillantes, que no haya dicho una bobería. El error es parte de la comunicación. Ahí está mi frase. La dije, sin querer, y quedará para el recuerdo en este trabajo que hicimos con amor junto al periodista y poeta, Juan Oyaneder, experto en recopilaciones.
No tengo por qué estar de acuerdo con lo que pienso es una tremenda selección de las frases más graciosas e ingeniosas que han marcado la historia de este bello deporte. Un paseo variopinto que deleitará a todos los amantes del fútbol y que promete brindar la misma alegría que mis goles.