Oliva, con su nube negra sobre la cabeza, va caminando y se encuentra con Mar, que está jugando a los dinosaurios. Podemos ver su cara de alegría mientras le invita a jugar. Pero Oliva, en lugar de excusarse amablemente, le contesta “los dinosaurios son cosa de críos”.
Ahora, Mar también tiene una nube sobre su cabeza, con trueno incluido…