Para Juan Cristóbal Guarello, hubo un cambio radical en nuestra historia a comienzos de los ochenta. Fuera «por la irrupción de la pasta base», «la mercantilización de la educación» o «el vacío espiritual del neoliberalismo», Chile pasó de ser un país excepcional a convertirse en un pueblo compuesto por «patoteros autoafirmativos y ventajeros, violentos de una manera farsesca, sin capacidad de reflexión ni autocrítica». Según Guarello, este nuevo carácter chileno se veía representado por la cultura barrabrava.
En este breve pero contundente ensayo, que da cuenta de un análisis crítico del fenómeno de las barrasbravas, protagonistas del estallido social de octubre de 2019, el autor de Aldo Marín. Carne de cañón repasa con lucidez —y también con provocación— la historia del fenómeno tanto en Chile como en el extranjero, exponiendo sus defectos, contradicciones y hasta un sinnúmero de delitos vinculados a ellas.
Un libro polémico que alienta la discusión y la reflexión sobre «las imposturas, la estetización de la violencia y las visiones románticas» que produce este fenómeno social.