La temática transcurre en la ciudad: el tejado de zinc de los viejos barrios, evocando lugares de la infancia como lugar posible de permanencia, desplazándose lúdicamente por el callejeo hacia otro lugar: del crecimiento y la angustia de crecer.
Allí son posibles estos gatos, gatándose en ese desafío maúllan, copulan, cantan blues-rock: esperan un amanecer.