Los padres de Ava son dos intelectuales neohippies. La novia de Ava es una hípster sofisticada —y asfixiantemente posesiva— que jamás regresa a un local si comienza a ponerse de moda. ¿Y Ava? En secreto, Ava sueña con ponerse un jersey rosa, alternar con las chicas más populares y convertirse en la estrella del musical de su colegio. Y, tal vez, por qué no, probar a salir con chicos.
Pero el rechazo fulminante en el casting la obliga a alternar con un grupo que pone a prueba su afán de normalidad: los técnicos de escenarios. No puede haber nada peor para Ava, a quien le horroriza su humor absurdo, su apariencia desaliñada, su… falta total y absoluta de vergüenza.