Si el fervor religioso y los cantos espirituales son producciones artísticas usualmente relacionadas con el antiguo mundo campesino, lo son aun más aquellas historias que se vinculan con el demonio, el diablo, Satanás o Belcebú. Da lo mismo el nombre, la figura demoníaca ha estado presente desde hace mucho en el imaginario popular para tentar a los seres humanos con las más bajas pasiones de la carne. Pero también con la memoria, ese largo relato de los tropiezos de la humanidad.
Como los viejos contadores de historias, Geisse goza de un oído privilegiado que le permite comprender el mundo a través de la entonación de las más diversas formas en que el castellano se presenta en nuestro país. Porque, de un modo similar al cine de Raúl Ruiz, estos relatos representan nuestra sensibilidad llena de hiatos, olvidos, picardías y astucias. Los notables cuentos de Pobres diablos van de las luces prístinas a los más oscuros laberintos del alma, con el tono de una conversación de cantina, sin más razón que el gozo que las historias preñadas de delirio insufla a quienes las despliegan.
Reunidos por primera vez en este libro, los textos de los tres libros de cuentos de Cristian Geisse (dos publicados, pero inencontrables y uno inédito, ganador del Premio Mejores Obras Literarias del CNCA el año 2017) son la prueba viva de que estamos en presencia de uno de los proyectos más sólidos y sorprendentes de la literatura chilena contemporánea.