En este cuarto volumen de la colección que reúne la totalidad de la vasta y diversa poesía de Pablo Neruda, se hallan las principales vertientes de su obra: en Cien sonetos de amor (1959) el poeta celebra la plenitud que encuentra en su relación con Matilde Urrutia. Su poesía política y de combate renace con la misma fuerza de “España en el corazón” en el poemario Canción de gesta (1960), dedicado a las luchas de los pueblos del área caribeña, especialmente a la Revolución cubana. Encontramos otra vez la taxonomía poética de objetos y especies reales e imaginarias del mundo en Las piedras de Chile (1961), Arte de pájaros (1966) y Una casa en la arena (1966), donde Neruda describe el paisaje al que incorpora la casa que construyó en el lugar y las colecciones de objetos, como los mascarones y mascaronas de proa, que instaló en ella. En Plenos poderes (1962), reaparecen las odas, en tanto que la geografía y la historia americanas se despliegan una vez más en Cantos ceremoniales (1961), donde el poeta dedica una extensa elegía a Manuela Sáez, la amante ecuatoriana del libertador Simón Bolívar.
Este tomo incluye, además, dos de los libros en donde mejor se expresa la sostenida corriente autobiográfica de la poesía nerudiana. Memorial de Isla Negra, obra con la que celebró sus sesenta años y sobre la cual dijo: “Aunque hay un hilo biográfico, no busqué en esta larga obra, que consta de cinco volúmenes, sino la expresión venturosa o sombría de cada día”. En La Barcarola Neruda construye su autobiografía poética como un viaje, junto a Matilde Urrutia. Este recorrido se alterna con episodios en los que el poeta evoca a amigos como Rubén Azócar, a otros escritores como René Crevel, César Vallejo y Rubén Darío, y a héroes populares como Joaquín Murieta, quien durante la fiebre del oro de California se convirtió en precursor de los guerreros libertarios del Tercer Mundo en el siglo XX. Por otra parte, Las manos del día es un libro cuyo motivo es la confesión de culpa por no haber hecho cosas concretas y útiles como una escoba o una silla, que considera tanto o más valiosas que la poesía.
Finalmente, en la sección Obra poética dispersa se ha incluido material inédito, como poemas festivos a escritores y escritoras chilenos e hispanoamericanos; sendos poemas a Cuba y Puerto Rico; “El ave tambor”, probablemente de la época de Arte de pájaros y textos de prosa poética.