Esta novela discontinua, plena de quiebres y vaivenes, indaga y elabora estrategias para sobrevivir en un Chile horroroso. La crónica, el testimonio, quizás la biografía, forman la dinámica que construye sus imaginarios de subsistencia remota. Es una subjetividad ansiosa, a punto del descalabro, pero capaz de mantener una conciencia lúcida como puente con la vida doméstica y el desalentador panorama general.
La protagonista emite juicios con mirada analítica y dura, con sarcasmo y con candor lúdico, en el mismo instante en que comparece afectivamente y asume una especie de tierna debilidad. Su relato se afirma en la actualidad; el pasado está presente sin histeria, sin apelar a una memoria fóbica con el presente, es constitutivo. Su voz es fresca y cristalina, única, fuera del paradigma abarrocado y metaforizante de ciertas narrativas que copan nuestro restringido mercado. MARCELO MELLADO