La privacidad está fuera de nuestro control. Nuestros teléfonos móviles, televisores, incluso nuestras lavadoras son espías en nuestras propias casas. Sin nuestro permiso, las empresas tecnológicas recogen datos sobre nuestra ubicación, hábitos, gustos, miedos o problemas médicos y los comparten entre ellas, así como con los gobiernos. Lo peor de todo: quieren nuestros datos para mercadear.
Venden el poder de influir en nosotros y decidir por nosotros, ampliando sus redes a través de los contactos de cada uno de los usuarios. En este deslumbrante ensayo, Carissa Véliz pone de manifiesto las implicaciones de nuestra actitud relajada hacia los datos y expone cómo podemos recuperar el control.