Ana y Felipe son muy distintos. Les resulta muy difícil convivir.
Hasta que la disputa por su lugar favorito del patio los pone a prueba y descubren que, a partir de las diferencias, pueden construir una amistad.
El recreo es de los momentos más esperados en la escuela, porque en él se comparten juegos y se van fortaleciendo los vínculos. Pero muchas veces surgen conflictos y para aprender a resolverlos es necesario poner en práctica valores, como la empatía, el respeto y la generosidad, entre otros, para lograr una sana convivencia.