Tras dieciséis años en la capital, donde alcanzó cierta fama como actor de teleseries, Martín Martinic regresa a su pueblo natal para asistir al funeral de Juan José Birchmayer, su mejor amigo. Allí se reencontrará con Emilia, ahora viuda de Juanjo, y Perci Guidotti, profesor de castellano y novelista inédito; pero también con los terroríficos fantasmas de Salisbury. El otrora fuerte Victoria, rebautizado por el presidente Balmaceda en honor al marqués de Salisbury, por su colaboración en la Guerra del Pacífico, es un apacible pueblo sureño habitado en su mayoría por descendientes de inmigrantes europeos evangélicos. Pero la localidad, situada a sesenta kilómetros de Temuco, guarda espeluznantes secretos en la abandonada casa Berkoff, que solo los niños parecen reconocer, porque los amigos imaginarios existen y algunos pueden hacer mucho daño, incluso matar.
Publicada originalmente como El horror de Berkoff, esta versión ampliada, corregida y bajo el título definitivo de Salisbury, es una novela en la que Francisco Ortega, autor de Logia y El verbo Kaifman, logra una narración cautivante, que combina con maestría una historia de amistad, amor y engaños, en que lo verdadero y lo fantástico se entremezclan como dos facetas indiscernibles de una misma realidad.