“La poesía es el gato muerto del mundo consumista, hedonista y mediático que nos rodea. No se puede imaginar una presencia más ausente, una grandeza más humilde, un terror más tierno. Nadie parece valorarla y, sin embargo, no existe nada más valioso”, escribió el gran escritor rumano Mircea Cărtărescu; mientras, en Punta Arenas, Óscar Barrientos Bradasic cierra su tetralogía de novelas sobre Puerto Peregrino poniendo la negra bandera de la poesía por encima de todo.
Esta declaración de principios, tan extraña como conmovedora, es una fuerza que atraviesa tanto la extensión de los mares, las islas y las ciudades que la imaginación de Barrientos Bradasic navega como la propia vida del malogrado héroe de estas historias: Aníbal Saratoga, poeta dipsómano y noctámbulo que asiste a los más insólitos encuentros, romances y viajes, siempre en busca de una imagen que le permita comprender la inexpugnable fortaleza de la realidad.