La incorporación de la tecnología a los entornos productivos y laborales ha provocado una disrupción digital. Aunque se conoce como “el futuro del trabajo”, cada vez está más presente: ochenta y cinco millones de empleos cambiarán antes de 2025 en todo el mundo.
El ritmo se ha acelerado por la pandemia y la crisis económica que esta ha provocado.
Necesitamos tomar decisiones para no quedarnos descolgados en un mundo en el que, probablemente, nada será igual.