En un pueblo olvidado del norte de México, un niño camina por una carretera oscura, decidido a encontrar a los padres que lo abandonaron. El Chaparro, como lo llama la abuela Librada y el resto de su parentela, es menudo y escurridizo, campeón insuperable en el juego de las escondidas, gracias a un fantástico superpoder que él cree detentar: es capaz de volverse invisible mientras imagina que el viejo ropero en donde se oculta de sus primos es el pozo sin fondo que aparece, siempre ciego y amenazante, en las leyendas que se cuenta su familia. De este pozo insondable emergen, en una suerte de coro ciego y doliente, las voces de los incontables desaparecidos del pueblo, víctimas de una ola de violencia que amenaza con aniquilarlo todo, con reducirlo a muerte y cenizas.
En esta novela tan breve como intensa, a medio camino entre la poesía y la narrativa, la ficción y el testimonio real, Luis Jorge Boone teje con extraordinaria sensibilidad una trama donde el desamparo, la orfandad de la infancia y el luto humano se interrogan por la proporción de alma que sobrevive a la crueldad que el hombre ejerce contra el hombre mismo.