Con un estilo único Angie nos cuenta en esta novela una historia de amores pendientes basada en sus propias vivencias.
Esta es una de esas tantas historias que abandoné pero quedó latente, escondida en mi memoria bajo refranes populares, canciones pegadizas y apuntes de la facultad, y que aguardan pacientes para volver en el momento exacto en que las necesitamos.
Si alguna vez sentiste que un simple objeto disparó una catarata de recuerdos que no sabías que tenías, si alguna vez tuviste taquicardia al pensar en alguien del pasado o si seguís preguntándote “¿Qué hubiera pasado si no nos hubiéramos alejado?”, entonces esta historia es para vos.
Porque a veces para resolver el presente no necesitamos inventar fórmulas nuevas sino conectar con nuestro pasado. En muchas ocasiones, las respuestas están más cerca de lo que creemos, pero las negamos, porque aceptar implica hacernos cargo de que en algún momento nos desviamos del camino, dejando a nuestro paso, historias inconclusas. Y lo que no se concluye… queda pendiente.