Corre el año 1957 en Cape May, un pueblo costero de New Jersey. Henry y Effie, dos jóvenes recién casados, llegan de Georgia para pasar su luna de miel. Se acaba el verano y el lugar está desierto. A medida que se van conociendo -recorriendo las playas solitarias del Atlántico, infinito y oscuro; haciendo el amor con torpeza en la habitación polvorienta de un pariente lejano- intuyen que la vida de casados puede no estar a la altura de sus románticas fantasías.
Cuando ya están decididos a acortar el viaje, ven luz en las ventanas de una de las casas vecinas. Son Clara, una glamurosa aristócrata que ve cómo se le escapa la juventud; su amante Max, un playboy adinerado, y Alma, la misteriosa y distante hermanastra de Max.
La lujosa mansión y el pueblo vacío se convierten en escenario de sus aventuras desenfrenadas, y a medida que se cuelan en segundas residencias abandonadas, salen a navegar, pasean desnudos bajo las estrellas y experimentan con el amor y el sexo, Henry y Effie van dejando atrás la inocencia.