La novela recorre buena parte de nuestra historia reciente; en particular, tres momentos cruciales en la formación de nuestra sociedad actual, como fueron el inicio de los años ochenta, un período de los noventa y principios del dos mil.
El crimen de una joven, Gloria Stockle, ocurrido en el año 1980 en Copiapó, es el detonante de esta novela, donde múltiples personajes y situaciones insólitas dan cuenta de una historia de represión, de caminos tortuosos, donde el miedo y la traición mantienen un suspenso que nunca nos abandona.
El estilo es original. Sorprende su estructura en fragmentos que van completando el rompecabezas sin un narrador que unifique las historias, con saltos temporales y cambios de lugar.
Como nos cuenta el autor, «se trata de un macabro asesinato que durante años no tuvo culpables. Curiosamente, mientras escribía esta novela (2013-2014), la justicia dictó sentencia contra los acusados».
Un abismo sin música ni luz es una analogía con el Chile de hoy, un país marcado por la memoria, el miedo, un sentimiento de derrota y el abuso por parte de una élite poderosa y arrogante.