Isabel debe dejar atrás su ciudad y su familia e irse a vivir con su abuela. En este nuevo lugar no conoce a nadie, y pronto comenzará a echar de menos su antiguo hogar. Sin embargo, allí no estará sola: pronto, una lechuza, un sapo y un ratón se convertirán en sus nuevos amigos y confidentes, y gracias a ellos descubrirá que vivir lejos de casa puede, después de todo, ser una linda experiencia.