Este no es solo un libro de cocina. Es un mapa que nos orienta en el riquísimo mundo de los vegetales. Las verduras, las frutas, las especias… se organizan y describen para sacarles el mejor partido según su temporada. La alimentación vegetal se ofrece, así, como algo sencillo que puede llevarnos, además, hacia nuevos sabores. Otros consejos prácticos sobre cómo organizar nuestra compra o cómo crear un menú semanal, perfectamente adaptado al frenético ritmo de nuestro día a día, acaban por demostrarnos cómo la cocina botánica conduce al respeto por el entorno y el planeta, pero también por nosotros mismos. Cuenta su autora: “El mundo de la cocina vegetal es visto por muchos como una forma de comer desconocida, triste o limitada. Me gusta pensar que algún día puedo convertirme en una de las personas que cambiarán esta percepción errónea. Creo que los límites aparentes de esta cocina son, en realidad, una gran ventaja creativa: nos llevan a ir más allá, a tomar caminos diferentes y nuevos, descubriendo sabores y combinaciones que, en una dieta tradicional, quizás nunca hubiéramos tenido la oportunidad de conocer y llevar a la mesa. Llevan a salir de la rutina y probar platos (y tipos de cocina) diferentes a los que estamos acostumbrados. Creé Cocina botánica por este mismo motivo: ayudar a las personas a descubrir el mundo de las verduras en la cocina, y en consecuencia a vivir de forma más saludable y respetuosa con el medio ambiente que nos rodea”.