Viendo inminente el final de su vida, Olga decide escribirle a su nieta Marta una larga carta para dejar constancia de lo que ninguna de las dos ha sabido ni decir ni escuchar. Aunque nunca llega a enviársela a su nieta, por la carta conocemos la historia de la familia, las peleas con la hija muerta, los desencuentros y las heridas que nunca cicatrizaron.