La física es la ciencia que explica el mundo, pero ha llegado a lo que parece que son sus límites: la teoría cuántica de hecho rebate la idea de una realidad autónoma de una conciencia que la perciba.
En este ensayo fascinante, escrito por un novelista que a base de trabajar desde la subjetividad ha llegado al mismo punto, Javier Argüello indaga sobre la construcción de esa idea de una realidad objetiva independiente de cualquier observador y reclama el legado de una tradición muy anterior que admita los límites del conocimiento y la necesidad de una conciencia, al fin y al cabo, de un narrador.